CAPITULO 5: empezando de cero

Nuevo inquilino

A los pocos días de mi cruenta separación (lo digo así porque fue sangrienta) tuve que buscar un lugar donde vivir. No podía seguir en un hotel.
Encontré un lugar muy acogedor, era un condominio con 8 mini departamentos. El más pequeño de todos era el mío con solo dos ambientes y una terracita llena de flores. Todos estaban rodeando un patio grande y al fondo una piscina.
En el piso superior al mío vivía Andrea, que era madre soltera por esas cosas de la vida y de la pendejada. Al frente mío vivía un gordito, que era gay, siempre llegaba con unos chicos bien guapos y jóvenes. Andrea siempre decía: ese gordo de mierda sale con mejores chicos que yo.
En el departamento de arriba del chico gay, vivía un matrimonio joven con dos gemelas preciosas de dos años. Al costado una pareja de franceses de edad madura, que francamente nunca supe que hacían en el Perú, porque no hablaban ni mierda de castellano. En el otro extremo vivían dos alemanes que residían ya hacia muchos años y si hablaban castellano.
En el departamento del rincón vivía una chica, catalina, sola y parecía que tenía un carácter de mierda. Nunca saludaba, pasaba de largo y entraba y salía en su automóvil.
En el otro departamento vivía la guardiana con su hija.
Era un ambiente de paz y armonía hasta que llego el primer fin de semana. era sábado y me dispuse a sentarme en mi terracita con un vaso de vodka en la mano, unos maníes y unas aceitunas, cuando de pronto irrumpió la escena el gordito gay y dos chicos con pinta de tablistas, muy desaliñados y con signos de haber estado consumiendo algo más que alcohol. Por las escaleras bajaba Andrea, hola me dijo, me invitas un trago?...........claro, se sentó conmigo y luego de las presentaciones del caso, me dijo que iba a salir un ratito y que su bebe de 4 años estaba dormida, y que si oía bulla le eche una miradita…………….. Pero que?, me dio un beso en la mejilla y salio corriendo antes de que yo le dijera que ni cagando lo iba a hacer.
La pareja joven de las gemelas bajaban por la otra escalera, discutían acaloradamente, al parecer ella no quería que ese muchacho salga con los amigos. Eso es típico en un matrimonio sin importar la edad o el tiempo de casados.
La noche transcurría y uno de los muchachos que había llevado el gordito gay apareció desnudo en el patio con una toalla en la mano y se dirigió a la piscina.
Pero que carajo se cree?............. ya tenia como media botella de haber bebido, cuando entro catalina en su auto, se bajó y se acerco a mi. Me miró a los ojos (no se porque siempre me ha mirado de esa manera) y me saludo. Le ofrecí un trago.
Me pregunto si el espectáculo ya había comenzado?
Cual?.... inocentemente le dije. Pues el de todos los fines de semana, los mariquitas, las peleas, la fuga de Andrea y quizás si tenía suerte ver calata a la francesa caminando por su balcón.
Había acertado con casi la mayoría. Se sentó conmigo, ya algo desinhibido por el alcohol la observe bien. Medía un metro cincuenta era pelirroja y tenía pecas por todos lados. Me llamo mucho la atención, en realidad sentí atracción por ella.
Catalina me hablaba como si estuviera parado en una de las macetas de aquella terracita, no me miraba fijamente.
En ese instante la guardiana se me acercó muy exaltada y me dijo: por favor doctor el señor alemán esta grave, vaya a verlo.
Inmediatamente cogí mi maletín de médico y lo fui a ver. Estaba tendido en el piso quejándose de dolor abdominal, al examinarlo note que estaba con una indigestión de los mil demonios por haber comido porquería y media.
Le puse una inyección para calmarlo………………..y así fue, se tranquilizo y se quedó dormido.
Catalina que estaba a mi lado me agarro la mano y me dijo:
Que lindo es lo que has hecho.
Al dirigirnos a mi terraza escuchamos un llanto en el segundo piso, era la hija de Andrea que se había despertado. La tuve que bajar y llevar a mi habitación a ver televisión hasta que se durmió. Pero que madre de mierda que tiene esta chica?
Catalina de lo mas maternal, me acompaño en aquella noche, conversamos y me di cuenta que no era la pelirroja antipática que imaginé.
Después de muchos días por fin podía conversar con alguien. Mi teléfono sonó en ese instante, mientras conversaba con ella y escuche por el auricular la voz de Ignacio, algo turbada por el alcohol. Me dijo que estaba llegando con unas amiguitas.
Pero que carajo quiere ahora, yo estaba muy tranquilo y después de muchos días me sentía bien conversando al lado de esta chica.
En menos de lo que pensé por la puerta se apareció mi querido amigo, abrazado por dos chicas salidas de una revista de cosmopolitan pero sin maquillaje. Catalina al ver ese espectáculo se puso de pie, me miró a los ojos (otra vez esa mirada) sonrió y me dijo: vaya, vaya…… otro acto al espectáculo para el fin de semana, bienvenido. Dando media vuelta se alejo de la escena. Me quede mudo y con ganas de estrangular a Ignacio: pero que mierda haces acá?
Hermano del alma. Me dijo. Estas preciosas chicas quieren conocerte. Después de haberme tomado ya casi toda la botella de vodka, las invite a las chicas a meterse ala piscina mientras yo hablaba con mi amigo. Este par de angelitos no tuvieron mejor idea que sacarse la ropa e ir corriendo desnudas por aquel patio rumbo al agua.
Me senté en mi terraza, me serví un trago y le dije a Ignacio al oído: estaba tranquilo y conversando con esta chica, la pelirroja que viste, porque carajo siempre crees saber lo que yo quiero?
Gerardito – me dijo- es mejor que asumas tu rol de soltero…… Vete a la mierda. Cuando me disponía a estrangular a Ignacio sentí una mano en mi hombro, al voltear era el gordito gay, me dijo, oye esas son tus amiguitas?
Bueno si………………, pues más vale que te las lleves o te saco la mierda ahorita mismo, porque a mis amigos los están molestando. Ignacio se puso de pie y fue corriendo hacia la piscina, al llegar las encontró desnudas y no tuvo mejor idea que desnudarse y meterse a la piscina.
Pero porque? Al voltear la mirada vi por el balcón de en frente lo que faltaba del espectáculo, a aquella mujer madura (la francesa), pasearse completamente desnuda. Catalina no se equivocaba.
Al ver aquel espectáculo nudista, la francesa no tuvo mejor idea que bajar y meterse a la piscina. Ya habían demasiados calatos en la piscina, así que fui al departamento de catalina y toque su puerta, salió y me dijo: no cuentes conmigo para el calateo.
Se sonrió, me miró a los ojos (esa mirada siempre dice algo) y me pregunto:
Como me dijiste que te llamabas?.
Ahora que recuerdo aquella escena no termino de entender a mi amigo, siempre se pasó la vida tratando de ayudarme, pero por esas cosas del destino……. Siempre la cagó.


DE LAS MEMORIAS DE MI VIDA. GERARDO.