domingo, 19 de agosto de 2007

CAPITULO 16: otra loca mas

El abogado del diablo

Si hay algo peor que salir con una chica loca, es salir con una chica loca y que sea tu abogada, luego de cuatro años de separación, pues me decidí a formalizar mi situación de soltero. A mi abogada (que por motivos altamente sentimentales no digo su nombre, igual que a mi ex esposa…….las odio), la conocí en una reunión social en la municipalidad de lima. Era una chica no muy agraciada por la naturaleza, ya que no se si tenía la nariz muy adelante o la cara muy atrás, iba al gimnasio, hacía pesas y tenía las espaldas mas anchas que las mías. Quizás me hubiera servido de guardaespaldas.
Lo que fuere, en un primer momento me cayó de las mil maravillas, entablamos conversación e intercambiamos consultas. Ella quería una nariz nueva y yo quería un divorcio nuevo. No fue trueque porque los dos nos pagamos nuestros honorarios. Mi amigo Jaime, se encargó de cambiarle el rostro. Luego de las trampas propias de su profesión esta muchacha logro divorciarme legalmente de mi ex esposa que ya estaba residiendo en el extranjero, con mis hijos, y con mi ropa que hasta el día de hoy no me la devuelve.
Acababa de dejar en la nebulosa de la inseguridad a verónica, le dije que la quería como una buena amiga y que necesitábamos alejarnos un poco para aclarar nuestros sentimientos, bueno mas bien los de ella porque los míos estaban mas claros que el agua pura.
En una muestra de agradecimiento y a manera de celebración invité a mi abogada a salir a comer. Luego de un par de botellas de vino y con desinhibición total, me miro a la cara y me dijo que estaba locamente enamorada de mí. En ese momento no entendí el termino “locamente”.
Luego de un par de meses de salir con mi abogada, me di cuenta que le daba duro al trago, chupaba cual hombre y se ponía medio rara. Poco a poco fue tomando cuerpo aquello de “locamente”. Cierto día estaba en una reunión con mis amigos de infancia del colegio en un restaurante y se apareció por “pura casualidad”, con una enorme sonrisa se presentó ella sola y me dijo al oído: con cual de estas has estado?. Tratando de disimular tremendo comentario estúpido, la saque de aquel lugar y la lleve a su casa. Le dije que no estaba dispuesto a escenas de esa naturaleza y me fui a mi casa.
A la mañana siguiente me disponía a salir a trabajar, cuando por el espejo retrovisor de mi auto se acercaba una figura conocida. Se paro a mi costado y me dijo: perdóname, no fue mi intención, era mi abogada, estaba toda despeinada y con un olor a alcohol que me emborracho a mí también.
En ese instante empecé a darme cuenta lo que es “amar locamente”. Esta muchacha tiene tantos desequilibrios mentales juntos en su cabeza como mi libro de psiquiatría. Comenzó a llamarme por teléfono entre 40 y 50 veces al día, me iba a ver a mi casa en cualquier momento para ver si estaba realmente. Me invitaba a salir y si le decía que no pues igual se aparecía en mi casa. Se aparecía con regalitos y si no los aceptaba rompía en llanto. No se porque pero es la primera vez que nada gracioso ni divertido me estaba pasando, muy por el contrario, ya estaba de terror.
Para no darle pie a que su locura fuera en aumento. Accedí a salir con ella una que otra vez, el resto trataba de trabajar y mantenerme ocupado. Pasaba de estados de euforia a depresión. Era una chica bipolar. Pero como me salgo de una situación así?
Llamé a verónica para contarle lo sucedido y que con su perspectiva de mujer me tratara de explicar y me ayudara a dar una solución. Obviamente la respuesta fue más loca que la mismísima abogada, me dijo: cásate conmigo.
Bueno, ahora si estaba todo de cabeza. No tuve mas remedio que terminar con aquella chica y decirle en definitiva que no quería nada con ella.
Empezó un vía crucis que duró buenos años, mandó a seguirme y se averiguaba el teléfono de cuanta mujer se cruzaba en mi camino para llamarlas y amenazarlas. Al inicio me pareció gracioso. Una mujer madura haciendo esas idioteces.
Luego de algún tiempo se tornó rutinario el escuchar sus llamadas amenazantes y sus persecuciones, pero al cabo de unos años, se volvió incomodo el tener que soportar a aquella loca de mierda; que en realidad ya eran dos, sumada a la primerisima loca (Alicia). Cuando se enteró que me casé al tiempo con catalina, supe que la habían hospitalizado por sobredosis de barbitúricos. En realidad yo no la aloque, ya estaba así desde mucho antes.

Cada vez que veo la película atracción fatal, me acuerdo de esta alocada chica, aunque no llegamos a la escena del cuchillo……… Pero pensándolo bien, aun no encuentro en mi casa un juego de cuchillos que compre alguna vez y le eche la culpa a Matilde (mi empleada) que los perdió.
No termino de entender a las mujeres y a eso de amar locamente, lo cierto es que hoy en día mi abogado es hombre, porque se que no se va a enamorar de mí, aunque lo noto algo raro a veces, sobretodo……. cuando se pone brillo labial.



DEL DIARIO DE MI VIDA. GERARDO

1 comentario:

Aldo dijo...

jejeje... quien te manda... moraleja, nunca salgas con tu abogada y si sales, que quede todo por escrito, cual contrato, notariado en palpel sello sexto!!!,... y nunca salgas con una mujer policia, nunca se sabe cuando puede hacerte un complot con sus amigos de transito, los motorizados, narcoticos, acoso sexual, crimilalistica, suat, o alguno que otro lumpen que ella haya conocido por su trabajo....

De hecho el pobre de lucas ni te ha mirado, pensara.. "ahhhh una raya mas al tigre"...