martes, 21 de agosto de 2007

CAPITULO 18: ayudando a un amigo

En ayuda de un amigo

Al cabo de unos meses, el matrimonio de mi amigo Daniel y aurora (mi jefa), se empezaba a desmoronar; el carácter autoritario de ella no contrastaba para nada con el carácter pacifico de él. En sus pequeñas riñas muchas veces Daniel se quedaba a dormir en la clínica.
Cierta noche como a las 11 sonó el timbre de mi casa, al abrir me pegue con la sorpresa de ver a Daniel con un maletín de mano y con cara de pocos amigos:
Puedo dormir en tu sala? Me dijo.
Bueno si no le incomoda a Lucas, puedes pasar. Respondí. Conversando de lo sucedido, estaba dispuesto a separarse de aquel ogro que era su esposa, no solo lo dirigía dentro de la clínica, sino fuera también. Ya estoy aburrido de esa mujer. Me dijo.
Le pedí meditar las cosas mejor por la mañana, así que entré en mi habitación y en el preciso momento en que disponía a cerrar mis ojos, escuche al ferrocarril de la carretera central pasar por mi sala; me levanté como un bólido, abrí la puerta y ahí estaba Lucas enseñándome sus dientes y Daniel tirado en el sillón con la boca abierta roncando.
Era la primera vez en mi vida que escuchaba a alguien roncar tan alto que parecía que tenia un amplificador de sonido en la garganta; lo moví y lo desperté: oye así roncas? Con razón tu mujer te boto.
En realidad ronco un poquito, me dijo, pero solo cuando estoy preocupado. Lo cierto es que me fui a la cama y no dormí en toda la noche escuchando aquellos desgarradores ronquidos. Lucas estaba realmente de muy mal humor, no quiso ni siquiera salir al parque en señal de protesta.
Al llegar a la clínica me cruce con aurora, me miró a los ojos y me dijo: estuvo contigo o con Ignacio?,…….. Porque lo preguntas?.Respondí. Porque aca en la clínica nadie oyó sus ronquidos, así que alguno de ustedes no ha de ver dormido con tremenda bulla, yo ya estoy acostumbrada, y por la cara de mala noche que traes, pues estuvo en tu casa.
Bueno para que negar algo tan obvio, así que le dije que fue un favor a un amigo.
- Me parece perfecto vamos a ver cuanto aguantas. Respondió.
Daniel era mi amigo y en momentos así no le podía fallar. La segunda noche Daniel roncaba peor que la primera, en realidad yo estaba desesperado, Lucas estaba al borde del colapso, ya había reventado tres pelotas de tenis de la desesperación. Agarre un par de medias que tenía y se las metía en la boca a Daniel. En ese instante dejo de roncar, se infló como pelota playera y vi salir volando las medias por los aires, y ahí vamos de nuevo con los ronquidos.
Me senté en la sala y me tomé un wishkey, pues no me quedaba otra.
A la mañana siguiente me senté frente a Daniel tomando desayuno y le dije:
Daniel, no es posible que ronques tanto! Eres mi amigo, pero no podemos seguir así, ya van dos noches que ni Lucas ni yo dormimos.
Me estas echando? Respondió…………………….no, no es eso, es que es insoportable el ruido que haces y……… olvídalo. Dije.
Al llegar a la clínica me encontré con Ignacio, me miró y me dijo: ni lo pienses, Daniel no entra a mi casa, ya se que ronca como matraca y acuérdate que tengo un niño en casa.
Pues entonces ayúdame a que se amiste con aurora porque sino lo voy a terminar estrangulando.
Luego de idear un plan para que esos dos estén felices y yo también, empezó la misión imposible. Sincronizamos relojes y acción.
Cité a Daniel a comer a un sitio de parrillas, le dije que iba a ir con una amigas y que me diera una mano, necesitaba salir con una de ellas y el se encargaría de entretener a la otra.
Ignacio había hecho una invitación falsa para aurora de un laboratorio y supuestamente todos los de la clínica iban a ir.
Eran las 9 en punto. Llegue con Daniel a aquel restaurante, nos sentamos y pedí una botella de vino. Sonó mi teléfono y le dije que tenía que salir un rato y que me esperara. Ignacio estaba en la entrada y juntos esperamos a que llegue aurora para decirle que había habido un cambio en la cena y que ya que estábamos ahí, pues no quedaba más que pasar.
De pronto se acerco una chica con rostro conocido: ¡¡ pero si son estos pendejos de la despedida de soltero!!!!, ay dios mío, era esa charapa, la misma de la boa que estuvo con nosotros antes de la boda de Daniel.
Y que haces aca? Le pregunté. Como que ¿que hago aca?, soy la esposa del dueño…………. pero ustedes no me conocen, así que háganse los cojudos nomás.
Nos quedamos mirando con Ignacio en complicidad. Cuando se apareció aurora muy sonriente y al vernos dijo: bien chicos y el resto de gente?, bueno pues, hubo cambio de planes pero ya que estamos aca pues pasemos.
Entramos a aquel restaurante y el mozo se nos acercó, con Ignacio retrocedimos de a poco para que el encuentro entre aquellos dos se diera en forma espontánea.
Aurora quedó mirando a Daniel: que haces aca? Pregunto el desorbitado de mi amigo. No me habrás venido a buscar no?.....................yo? dijo Aurora; es lo ultimo que haría. Había una cena y…….un momento…donde están tus amigos?
Aurora volteo y no nos vio. Cuando de pronto aquella charapa entro al restaurante y al reconocer a Daniel: se le acercó y le susurro al oído: no me vayan a hacer otra pendejada como la que me hicieron esa vez ah? Este es un lugar decente.
Daniel no daba crédito a lo que pasaba. Aurora se sentó en la mesa y le dijo: y quien es esta señorita?
Pues una vieja amiga, no es cierto? Le dijo mirándola…………… ah, si! respondió. En ese instante el dueño del local un argentino algo entrado en años y con cara de pocos amigos se acercó a la mesa y dijo:
Y de donde se conocen? No me presentas a tus amigos.
Irrumpimos en la escena para desviar la conversación cuando el dueño del local le pregunto a Ignacio: usted también conoce a mi esposa?……….. Pues no…..o si?
Y usted? me preguntó……………… no, no la conozco. Respondí. Daniel muy enfadado no sabía que ocurría exactamente se puso de pie y dijo:
Y que carajo les pasa a ustedes, que planeaban al traer a aurora y a esta estriptisera aca, no los entiendo?
Nos quedamos mudos y en ese momento queríamos desaparecer Ignacio y yo.
El argentino que tenía cara de pocos amigos, pues ahora tenía cara de no tener ningún amigo dijo:
Que? Estriptisera?............la charapa se puso pálida y dijo:
No, no mi amor, estos caballeros me han confundido con otra estriptisera de seguro.
Aurora se puso de pie y dijo a voz en cuello: hay hijita, cállate porque ya la cagaste; en cuanto a ustedes………………
El argentino que estaba como carbón de brasa gritó: fuera todos!
Un momento gritó aurora, a mi no me va a botar. Vamos muchachos a otro lugar, y tu hijita si quieres ven con nosotros le dijo a aquella muchacha.
Salimos en silencio, adentro se quedó la charapa discutiendo con su argentino. Ya fuera del local, Daniel nos miró y dijo: gracias muchachos por el esfuerzo pero ya ven, esto no tiene solución; aurora interrumpió, como que no tiene solución? Te extraño mucho Daniel, vuelve a la casa por favor.
Ahhhh………………. Que escena tan tierna, nos quedamos con Ignacio mirando aquella reconciliación que sabíamos que duraría poco, pero que al fin yo iba a dormir bien aquella noche.
Con Ignacio nos quedamos solos, cuando de pronto detrás nuestro salio aquella charapa loca con un mazo en la mano gritando: los voy a matar!!!!!!!!!!
Bueno, corrimos como cinco cuadras y no volvimos a ese lugar nunca más. Sentado en mi sala con Lucas, sonó la puerta de mi casa; al abrir era mi vecina y me dijo: ¿dime Gerardo, estas dos últimas noches te has estado peleando con Lucas?

DE LAS MEMORIAS DE MI VIDA. GERARDO



1 comentario:

Aldo dijo...

y no hiciste entrar a la vecina?...que paso con la charapa? como de desperto Lucas? te dijo algo?..jejejee