miércoles, 5 de septiembre de 2007

CAPITULO 26: nuevo hogar

Hogar nuevo hogar
Cuando catalina y yo decidimos casarnos, nos fuimos a vivir a mi departamento, Matilde (mi flamante empleada ayacuchana) no lograba adaptase aún a mi nuevo estado civil, hasta el día de hoy le dice señorita a catalina y la trata como visita. Tuvimos que remodelar la decoración a los pocos meses cuando nos enteramos que Joaquín (mi hijo) estaba en camino.
Durante la gestación de catalina, andaba muy ocupado y llegaba muchas veces tarde a casa, a veces me quedaba a dormir en la clínica porque hacia guardias en la emergencia. Andaba lo que se dice, volado.
Lucas (mi adorable scottish terrier) se encargaba de cuidar a catalina y le agarro un amor fuera de explicaciones. Todo estaba perfecto en mi vida.
Una mañana saliendo al trabajo, la dejé dormida a catalina, eran sus últimos días de gestación y la veía muy agotada. Al llegar di cuenta que no había llevado las llaves del consultorio, llamé a casa y le dije a Matilde que tomara un taxi y me las llevara en el acto, no se porque pero esta chola siempre hace todo al revés, ya en ocasiones pasadas me había hecho quedar mal. Al llegar me topé con un mar de gente en la clínica, pero que paso? Pues la señora de la limpieza tampoco llevó las llaves de la entrada a los consultorios y todas las pacientes clamaban por entrar al baño. No había llegado el ecografista y las había hecho tomar dos litros de agua a cada una, todas se meaban en el calzón.
Calma, calma; les dije a aquella multitud de gente, en un instante todo se va a arreglar.
Luego de muchas maniobras propias de un trapecista el guardián se infiltro por una de las ventanas e ingresó. Abrió la puerta y por el otro lado llegaba Matilde con mis llaves. Pues bien todo estaba resuelto.
Matilde, como está la señora?. Ah pues no se doctosh, me dijo algo de que le duele y que no se olvide de comprar en la noche que tu ya sabes (es cojonuda me tutea y me trata de usted a la vez). Entre tanto barullo, olvidé aquel comentario.
Al llegar a casa por la noche me esperaban en la puerta catalina y Lucas, los dos muy enfadados y parados en la entrada. Y ahora que hice?
Gerardo, te acuerdas que día es hoy?..............oh no, era mi aniversario, como pude olvidarlo, es increíble que alguien se olvide su primer año de casado si desde un mes antes a uno se lo machacan todos los días. Lo cierto es que había comprado un regalo y lo tenía en el ropero escondido. Algo mas?...................pues si, tenía que comprar la cena porque a mi mamá no se le pudo ocurrir mejor cosa que ir a visitarnos y aquella noche quería comer lasaña. Esos antojos de mi madre rayan con la locura pues ella sufre de colon irritable y todo le cae mal. Estaba distraído por completo. Catalina se percato de mi nerviosismo y se sonrió me miró a la cara (otra vez esa mirada) ay amor, perdóname, se que estas demasiado atareado. Me derretí al ver sus ojos y escuchar esas palabras. Estaba conmovido hasta las lágrimas.
Al sentarnos en la mesa y luego de haber comido aquella lasaña, mi papa se puso de pie y con una copa de vino en la mano dijo: salud por……..en ese instante catalina dio un grito de dolor, ay chucha las contracciones. Ayyyyyyyyyyyy. No paraba de quejarse, me asusté porque no era normal aquel grito, recuéstate le dije a catalina: no, no me toques. Llévame a la clínica. Pero…..en fin ayudado por mis padres subimos al auto, en ese instante mi mamá cambió de color, se comenzó a poner pálida, luego blanca como papel y acto seguido me dijo: me cagué.
Dios mío señora, no tuvo mejor idea que cagarse aquí mismo? Catalina estaba irritada pero a la vez soltó una carjadada, en instantes se puso a gritar de dolor.
Ya presas del pánico subimos los cuatro al auto y nos dirigimos a la clínica, al pasarme una luz roja vi detrás mío un patrullero…………………….solo faltaba eso. No me detuve hasta la clínica que por suerte estaba a tres cuadras de aquel semáforo. Al bajarme se me acercó un policía muy enfadado, me miró fijamente y me dijo:
Hola doctor, que sorpresa y ahora que cuentito me va a dar? Era aquel policía que hacía un año estuvo en mi declaración de matrimonio en aquel restaurante italiano. Al asomarse por la ventana vio a mi esposa con cara de pocos amigos y apunto de dar a luz. Pero porque no me lo dijo?....entro corriendo por la emergencia conmigo:
Rápido dos sillas de ruedas, una gestante y una mujer con diarrea severa le dije a la enfermera.
Cálmese, no se ponga nervioso amigo……. Que? Amigo? soy doctor, y no soy tu amigo. la chica aquella se puso de color tomate maduro. Y salió corriendo con las dos sillas de ruedas., una para catalina y otra para mi madre.
Al entrar las llevaron a las camillas de emergencia. Enrique mi amigo y ginecólogo entraba por un costado, me tranquilizó al verlo. A ver donde esta esa panzona?, dijo en voz alta- Mi madre a voz en cuello y detrás del biombo dijo: acá estoy. ……………….no, Tu no, mamá. Dije yo.
Al examinar a catalina me dijo que no quedaba otra que entrar a sala de operaciones.
Había estado con contracciones todo el día. En ese instante me acorde de Matilde (algo me dijo esta chola en la mañana).
Mi madre estaba que se deshidrataba, dos amigos míos la atendían. Yo creo que se comió la lasaña a propósito porque no soportaba el hecho de perder protagonismo ese día.
Luego de una hora de angustiante espera, Joaquín llegó al mundo.
Al entrar en la habitación y ver a catalina recuperándose la bese fuertemente, me miró y me dijo:
Te gustó el regalo de aniversario?
Lo cierto es que desde ese día nunca más me olvidé de nuestro aniversario, por motivos muy obvios, no?


DEL DIARIO DE MI VIDA. GERARDO.

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